Tras la bravura de las jornadas del invierno, la entrada de la primavera empezará la templar a las nubes, al viento, al frío y al mar para permitir a los caminantes explorar y descubrir los colores más vigorosos de las dos rutas incluidas en la iniciativa "Ponteceso. Os Camiños do Mar".
El sendero del Camiño da ribeira (PR-G 148) se hará liviano en los días más soleados mientras la vista del estuario del río Anllóns y el olor salado de las olas te acompaña.
Y si la opción es la ruta Pondaliana, no olvides ir hasta la cascada de la Princesa Moura Encantada, cerca del lugar de Currás, para ver el agua caer en todo su esplendor hacia el Pozo da Señora.
Allí, cierra los ojos durante un minuto y pide un deseo no material -esto es muy importante recordarlo- con el continuo y relajante caer del agua como sonido de fondo y bajo el cobijo de una cúpula de ramas y hojas a punto de brotar.
Si el día está mojado, extrema la precaución al caminar.