Este es un pequeño puerto de embarcaciones tradicionales al que se llega por una estrecha carretera cubierta de densa vegetación forestal.
Junto a la rampa hay una hilera de casetas de pescadores donde guardan los aperos de pesca y las barcas.
Con marea baja, las grandes piedras son un buen lugar secarse tras el baño mientras se mira de frente hacia la playa de Niñóns.