El topónimo del monte de O Faro alude, como su nombre indica, a su función de antiguo lugar en donde se encendían antorchas (facho, en gallego). El fuego servía para para guiar a los barcos o avisar de la llegada de la flota enemiga. Esta cumbre de 231 m sobre el nivel del mar es también la sede de un santuario con leyenda, el de Nosa Señora do Faro, protectora de los marineros. Su romería, muy concurrida, se celebra cada 8 de septiembre. La imagen sale en procesión desde la iglesia de San Xián de Brantuas hasta la ermita y vuelve al día siguiente.
Antiguamente, mientras las embarcaciones fueron a vela, las mujeres de los marineros venían hasta aquí para cumplir con la tradición de "virar a tella" (voltear la teja) de la capilla para que cambiase el viento o parase la lluvia y sus hombres llegasen a puerto sanos y salvos.
En el atrio se encuentra el monumento de 39 m al Sagrado Corazón de Jesús (1959) costeado por el emigrante en Sudamérica, Ricardo Pose, nacido en la misma parroquia de Brantuas. Una escalera de caracol con 133 escalones permite acceder a lo alto para contemplar una mejor panorámica en este tramo de costa y de la cercana playa de Niñóns… O hasta donde la imaginación y la vista lo permitan, de los caminos que acabas de recorrer o de los que aun tienes por delante.